En nuestro país existen diferentes tipos de despidos: el objetivo y el disciplinario. El primero ocurre cuando se despide al trabajador con un aviso previo de 15 días; las causas que generan esta decisión pueden ser varias.
Mientras que el segundo tipo, el despido disciplinario, ocurre cuando el empleador finaliza la relación laboral debido a que el trabajador cometió faltas graves, como: indisciplina, desobediencia, ofensas verbales o físicas, y reducción de la productividad, entre otras.
A su vez, estos despidos pueden ser calificados como procedente, improcedente y nulo. El procedente se da cuando el empleador tiene suficientes motivos para justificar la finalización de la relación laboral.
El despido improcedente ocurre cuando el empleador no sigue el debido proceso para efectuar el despido. En este tipo de situaciones, la persona despedida puede optar por dos vías: solicitar una indemnización o una readmisión a su puesto de trabajo.
Finalmente, está el despido nulo, que se produce cuando el empleador vulnera los derechos más básicos del trabajador o lo despide por motivos de sexo, raza, religión u opinión, tal como se menciona en el Estatuto de los Trabajadores.
En nuestro país, tras un despido, los trabajadores tienen derecho a recibir ciertas prestaciones laborales, dependiendo de las circunstancias que causaron el despido.
Entre las principales prestaciones que pueden corresponder a un trabajador despedido se incluyen la indemnización por despido, el finiquito y la prestación por desempleo o paro.
Sin embargo, la cuantía y la naturaleza de estas prestaciones varían según el tipo de despido (procedente, improcedente, objetivo, disciplinario o nulo) y otros factores, como la antigüedad de la relación laboral y el salario.
A continuación, analizamos este tema. Te contamos también cómo se calcula la prestación por desempleo después de un despido, qué hacer si no te pagan las prestaciones laborales y de qué forma afectan los años trabajados al cálculo de las prestaciones laborales.
¿Cómo se calcula la prestación por desempleo después de un despido?
Existen diferentes tipos de indemnización a los que puede acceder una persona cuando es despedida, pero esto depende de la causa de la finalización del contrato, el salario y la antigüedad de la relación laboral.
La primera indemnización es de 20 días por año trabajado, con un límite de 12 meses, y se presenta cuando el despido se hace de forma procedente.
La segunda es la indemnización de 33 días por cada año trabajado, con un límite de 24 meses. Se aplica en los despidos improcedentes y en los contratos que hayan sido firmados después del 12 de febrero de 2012.
Por último, está la indemnización mixta, que se calcula en los casos de los contratos firmados antes de febrero de 2012. Bajo estas condiciones, hay que hacer dos cálculos: para los trabajadores anteriores al 12 de febrero de ese año y para los posteriores.
Para antes de esta fecha, la indemnización es de 45 días de salario por cada año trabajado, con un máximo de 42 mensualidades. Cuando es después de esta fecha, el pago es de 33 días de sueldo por cada año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.
Para calcular entonces la indemnización que debe recibir el trabajador, se debe identificar el tipo de despido, conocer la antigüedad que tenía el empleado en la empresa, y saber la cifra exacta del salario diario.
La fórmula general de la indemnización por despido es la siguiente:
indemnización = salario x días de indemnización al año x años de antigüedad.
¿Cuánto dinero me corresponde de indemnización y paro por despido?
Como se mencionó antes, el cálculo de la indemnización depende de varios factores, como el tiempo de duración del contrato, la razón del despido, y la edad del trabajador, entre otras.
Por lo tanto, el dinero que corresponde según al caso va a depender de las variables de cada trabajador. No obstante, en caso de que el despido haya sido por causas objetivas y la indemnización corresponda a 20 días de salario por año trabajado, un ejemplo del valor a recibir sería el siguiente:
Si el trabajador tiene un salario de 1.184 euros, lo que equivale al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), y tiene 5 años de antigüedad, la indemnización sería de: 3.947 €.

¿Qué hacer si no me pagan las prestaciones laborales tras un despido?
En España, cuando una persona es despedida, tiene ciertos derechos, entre los que se incluye recibir una carta con quince días de antelación al despido y una indemnización.
Si no se pagan las debidas prestaciones laborales, lo que puede hacer el trabajador es presentar una reclamación formal por escrito. Si esto no es suficiente, lo siguiente es acudir al Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC). Si, pese a esto, no se resuelve el inconveniente, se puede proceder con una demanda.
El plazo para la demanda es de 20 días tras el despido, y se realiza ante el Juzgado de lo Social. Si el despido hubiera sido improcedente, también se puede solicitar el reingreso al cargo.
¿Cómo afectan los años trabajados al cálculo de las prestaciones laborales?
Como se ha visto hasta aquí, los años trabajados tienen un impacto directo tanto en el valor de la indemnización por despido como en la compensación económica que reciba el empleado.
Puesto que la indemnización por despido se calcula a razón de los años trabajados, tal y como se explicó antes. Existe otro beneficio al que las personas desempleadas pueden acceder, y que sirve también como ingreso en momentos de desempleo, es la prestación por desempleo.
Para acceder a ella, que también es conocida como prestación por paro, se hace necesario haber trabajado al menos 360 días en los últimos seis años. Tal como ocurre con las indemnizaciones, entre más años se haya trabajado, mayor será el tiempo en el que el desempleado podrá percibir la prestación.
En resumen, el cálculo de la prestación laboral por despido se evalúa teniendo en cuenta la duración del trabajador en su puesto de trabajo y si el despido fue procedente o improcedente.
Si fuiste despedido y sientes que tus derechos han sido vulnerados, puedes comunicarte con nuestro equipo de abogados especializados, quienes pueden brindarte asesoría sobre el tema.